A la hora de ir a por el vestido de novia, muchas se han imaginado de pequeñas como sería el día de su boda y el vestido que llevarían. Por lo general se imaginan de princesas, eso viene de que les cuentan tantos cuentos de hadas que al final se meten en el papel.
Hay muchas novias que tienen una idea de vestido y a la hora de probarse, ven que por su figura o personalidad no les favorece nada, y al final se quedan con otro totalmente opuesto al que tenían pensado. Pues bien, mi consejo es que nunca digáis ¡No! Probaros todos los estilos. Se supone que os casaréis una vez en la vida, es vuestra oportunidad, vais a ser la estrella del día y da igual si os hace mal tiempo porque brillaréis con luz propia.
Desde mis comienzos hace 8 años como fotógrafo de bodas, me he podido fijar en la evolución de los vestidos de novia. Ahora los vestidos son más ligeros y cómodos.
Como podemos ver en un reportaje de La revista novias, según los diseñadores Cymbeline «las novias 2016 son mujeres completamente activas que asumen su lado más sensual sin descuidar su elegancia. Desnudan sus hombros y dejan sus espaldas al descubierto. Seducen con su romanticismo y avanzan a pasos firmes vestidas con encajes de Calais»
Cada novia tiene su vestido, unas lo encuentran en la primera tienda y otras en la segunda o tercera. Solo deciros que tengáis paciencia, no os desesperéis y veréis como encontráis el vestido perfecto.
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